Escribo, escribo, escribo, escribo, escribo, escribo, escribo...
Y no quiere decir que duela menos, pero al menos, las palabras estáticas, no se las lleva el viento... Siempre, por mucho que vuelen, vuelven. Y te hacen recordar su porqué... Porque siempre hay un porqué.
¿Abstracto?. No. Transparente.
Alguien muy importante en mi vida, me habló el otro día mientras me hacía pompitas de jabón, me habló de un guerrero y de su arma-dura. Y de qué maravilloso sería ir por la vida con una de estas. Una coraza compuesta como en aquel entonces de materiales metálicos y de cuero, que no dejase entrar nada, ni siquiera el aire. Sería maravilloso cubrirse todo el cuerpo con ella e ir por la vida así... como quien puede con todo... como quien sabe que nada ni nadie va a poder ultrapasarla...
Pienso en esa armadura... Y la verdad, tras muchas y muchas horas, días, meses y años pensando sobre ella y todo lo que conlleva, siempre llego a la misma conclusión. Yo prefiero sencillamente, ser humana. Con todos los riesgos que esto entraña, con todos y cada uno de ellos, me gusta sentir el tacto de las cosas, incluso cuando más duelen. Porque sería tan absurdo ir por la vida con esa coraza que nos escudase de todo y nos evitase tantos dolores de cabeza... Porque dejarse llevar por una puesta de sol, por un sonido, por unos versos, sacar la mano por la ventanilla del coche y sentir la fuerza del viento... acariciarlo, sostenerlo. Emocionarse con la inegenuidad de un niño y con la tuya propia... El Mar... Las nubes... El ruido al pisar las hojas secas de cualquier lugar... sin nombre, sin rumbo... El sol. La luna... La Vida en definitiva. No limitarse a pasar por la vida... sino dejar que la vida pase por ti (si, como la Universidad). Dejar que penetre por todos y cada uno de tus poros... Dejar que te haga llorar, gritar, desesperarte... pero también sonreír. Sonreír hasta se te formen arrugas... Sonreír y reír hasta que te expulsen de una clase, o hasta que te pongan celo en la boca o hasta que... siempre y cuando que... te quede, eso, y la Vida... y te sientas Viva.
Escribo. Escribo. Escribo. Escribo. Escribo. Escribo...
...
Porque estoy VIVA
Y no quiere decir que duela menos, pero al menos, las palabras estáticas, no se las lleva el viento... Siempre, por mucho que vuelen, vuelven. Y te hacen recordar su porqué... Porque siempre hay un porqué.
¿Abstracto?. No. Transparente.
Alguien muy importante en mi vida, me habló el otro día mientras me hacía pompitas de jabón, me habló de un guerrero y de su arma-dura. Y de qué maravilloso sería ir por la vida con una de estas. Una coraza compuesta como en aquel entonces de materiales metálicos y de cuero, que no dejase entrar nada, ni siquiera el aire. Sería maravilloso cubrirse todo el cuerpo con ella e ir por la vida así... como quien puede con todo... como quien sabe que nada ni nadie va a poder ultrapasarla...
Pienso en esa armadura... Y la verdad, tras muchas y muchas horas, días, meses y años pensando sobre ella y todo lo que conlleva, siempre llego a la misma conclusión. Yo prefiero sencillamente, ser humana. Con todos los riesgos que esto entraña, con todos y cada uno de ellos, me gusta sentir el tacto de las cosas, incluso cuando más duelen. Porque sería tan absurdo ir por la vida con esa coraza que nos escudase de todo y nos evitase tantos dolores de cabeza... Porque dejarse llevar por una puesta de sol, por un sonido, por unos versos, sacar la mano por la ventanilla del coche y sentir la fuerza del viento... acariciarlo, sostenerlo. Emocionarse con la inegenuidad de un niño y con la tuya propia... El Mar... Las nubes... El ruido al pisar las hojas secas de cualquier lugar... sin nombre, sin rumbo... El sol. La luna... La Vida en definitiva. No limitarse a pasar por la vida... sino dejar que la vida pase por ti (si, como la Universidad). Dejar que penetre por todos y cada uno de tus poros... Dejar que te haga llorar, gritar, desesperarte... pero también sonreír. Sonreír hasta se te formen arrugas... Sonreír y reír hasta que te expulsen de una clase, o hasta que te pongan celo en la boca o hasta que... siempre y cuando que... te quede, eso, y la Vida... y te sientas Viva.
Escribo. Escribo. Escribo. Escribo. Escribo. Escribo...
...
Porque estoy VIVA
--BCÁ--
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