Processo penal I

Quizá si hablas un poco más despacio pueda llegar a entenderte algo. Y sí, te están bombardeando a preguntas y además a preguntas estúpidas. A mi siempre me ha gustado preguntar, supongo que porque me encanta saber y aprender pero me gustan las buenas preguntas, las inteligentes, esas que necesitan de cierta documentación previa en la cabeza del que las formula antes de hacerlo. Y esta gente no se documenta y tú hablas muy rápido. Y no me gusta la gente que habla rápido; me pone nerviosa, muy nerviosa si como en este caso me veo obligada a escucharte y sobre todo, a entenderte. ¿No ves que mi cara indica que no te estoy entendiendo nada?. Y no dejas de preguntar si lo entendemos todo, que preguntemos, que preguntemos y claro, más preguntas estúpidas. Y otra más. Y mi compañera de mesa que no deja de pintarrajear sus apuntes con cientos de bolis de colores, cientos de bolis de colores y de Kitty. Y lo subraya todo con una regla (sí, también de Kitty) mientras habla con su cómplice –cómplice por semejante asesinato que están cometiendo contra esos indefensos apuntes- de las nuevas zapatillas fluorescentes que se ha comprado. Y ahora va y pone el pie encima de la silla para enseñárnoslas y mientras tanto una que sale de clase a hablar por el móvil. Y más preguntas estúpidas. A ver mujer, deja la regla y los bolis de colores en su sitio –añádasele basura- y céntrate; eso que estás preguntando lo acaba de responder en la anterior pregunta estúpida mientras tú te estabas atando tus nuevas zapatillas. Y ahora me tocas el pelo y me dices que tengo unos rizos muy bonitos. Hace un rato me has dicho que te encanta mi acento y mi fular azul. Intentas ser amable y lo agradezco pero entérate, no vamos a ser amigas. No si me sigues jodiendo lo que esperaba fuese mi asignatura favorita mientras hablas de un tal João que te mira el culo a la salida (exit). Por si no te has enterado intento entender algo. De lo contrario me hubiese quedado en mi cama durmiendo, leyendo un buen libro o… (ohhh… ahhh… uhhh….). Y esta mujer que cada vez habla más y más rápido. Y tú baja el pie de la mesa ¡coño!.

--BCÁ--